
Yonatan Bursztyn empezó a los 22 años trabajando con dos de sus hermanos mayores, los cuales le llevaban más de 12 años. Yonatan duró trabajando con ellos 6 años antes de independizarse. Siempre tuvo en su mente la idea de crear su propio negocio, pero antes de esto, quiso aprender, ganar experiencia ya que sabía, por ejemplo de sus hermanos, que el camino que iba a empezar a recorrer no sería para nada fácil, y que con un poco de experiencia podría lograr superar los primeros obstáculos más fácilmente. En el año de 1987, cuando Yonatan tenía 28 años, le menciono a un allegado suyo que él estaba interesado en alguna empresa del sector industria, ya que había trabajado en el comercio con sus hermanos, pero siempre sintió atracción hacia este sector.
Como todo emprendedor, Yonatan no contaba con los recursos suficientes para iniciar comprando una gran empresa, por ende el consulta acerca de una empresa que se encuentre en crisis. A los 6 meses la persona a la cual había indagado acerca de una empresa en crisis le informó que por el banco había una empresa de manufactura de cuero, que exportaba bolsos, y se encontraba en Concordato (Actualmente ley 55).
Lo que hizó Yonatan fue alquilar el aparato productivo por un año con opción de compra, para ver si era capaz de sacar la empresa adelante. El que era dueño en aquel momento de la fábrica le dijo a Yonatan que si ponía a funcionar la fábrica, él le tenía los clientes, a lo que no hubo espera, se habló con los bancos y empezó a trabajar para sacar la fábrica adelante.
Yonatan un día pensó que el no podía depender solo de un cliente (el dueño de la fábrica), y se le ocurrió la idea de que debía lanzar un producto propio. Para capacitarse decidió asistir a Italia a una feria internacional de bolsos de cuero. En aquel entonces los italianos desconfiaban mucho en estas ferias internacionales de los asiáticos, por su poder inigualable de imitación, y utilizaban stands encerrados. Yonatan vio una marca que se llamaba Lucas que le genero mucho interés, aprovechó un descuido de la persona encargada del stand, y por un lado entro y cogió un catálogo de la línea de productos de maletines en lona. A su llegada a Bogotá, de inmediato fue donde una modelista y le preguntó que materias primas necesitaba para hacer productos exactamente iguales a los del catálogo, la modelista le indico cuales eran.
Mientras viajaba por Colombia consiguiendo estas materias primas, Yonatan tuvo en su cabeza siempre la idea de crear marca, ya que como él dice, la marca da un valor agregado. Buscaba que el nombre de su marca fuera pegajoso y de fácil pronunciación, como lo era la marca Pepe, que comercializa Jeans. Casualidades o causalidades de la vida Yonatan era seguidor de una banda de Rock de los 80´s y 90´s llamada Toto. Yonatan vio en este nombre el perfecto para bautizar su propia marca (le incluyo una t “Totto”), y de ahí empezaron trabajar la marca y nació el primer logo de Totto, que fue utilizado hasta el año 2002. De acuerdo al nombre de su marca, estableció su primer slogan “Me gusta mi Totto, porque me cabe de Totto”, un juego de palabras que hacía despertar interés en la marca.
Totto utilizaba unas etiquetas en sus productos, cuando los empezaron a vender el almacenes de cadena, donde además de las instrucciones, tenían un mini catálogo con los diez productos que comercializaban en ese entonces. Los clientes al ver en la etiqueta la dirección de la fábrica, iban y le decían que si no podían hacerle un maletín con X especificaciones. Esto hizo que Totto lanzará una línea más amplia de productos, aprovechando el furor por el fútbol con mundial de Italia 90, donde Colombia volvía a participar después de 28 años, lanzó una línea de productos con la licencia de Italia 90. Totto impactó, ya que por ese entonces los morrales eran solamente de color negro, café y azul.
Totto creo una ventaja en su segunda campaña al mencionar que sus morrales eran los de moda y con la mejor calidad “Calidad ante totto”.
Un amigo de Yonatan que vivía en la ciudad de Cali, le mencionó la idea de abrir una franquicia en Cali. La idea le sonó ya que era una manera de crecer rápido con un capital que no se tiene, pero no se sentía aún preparado.
Uno de los hechos que más ayudó a Totto en su crecimiento fue el adquirir la licencia de Disney para sus productos, esto genero un voto de confianza por parte de las personas que apenas conocían la marca, y con lo cual no dudaban en comprarla. Como dice Yonatan: “son pequeño detalles que a veces significan mucho”. Para la internacionalización ni que decir, la licencia de Disney era una carta de presentación que valdría más que cualquier otra ventaja competitiva de Totto. En Oriente cuando presentaba que era licenciatario Disney, las personas no dudaban dos veces antes de querer hacer negocios con Totto.
La innovación ha hecho que Totto se vuelva líder mundial en el diseño de maletines.
Ya de ahí en adelante es más historia de crecimiento de una empresa. Lo que nos interesa realmente es como nació la idea de Totto, y como un emprendedor, que siempre estuvo claramente definido por crear su propia marca.
Los sueños son para luchar cada día por ellos, no podemos bajar los brazos, ya que en el momento que los bajamos, puede que haya sido en el momento en que todo iba a dar frutos. Luchemos por nuestros sueños, ya que algún día serán tan grandes, que mirando hacia atrás nos sentiremos orgullosos que lo que logramos.
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